-Lo he visto al instante. Es un cuenco de leche. Los cuencos
de leche entrenan muy duro para lograr el silencio más bello. Larga vida a los
cuencos lleno de leche casi hasta el borde.
-Galletas hechas con letras para mojar en ese cuenco de
leche. ¿Qué más?
-El símbolo del silencio musical.
Pero, ¿hacia dónde vamos? Hay una
puerta en medio de la arena, hay una máquina del tiempo que conduce al no
tiempo después hay una selva frondosa, un laberinto, lleno de personajes
peregrinos y luego, otra vez, el
silencio.
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